Bueras 20, Rancagua
Fono: (72) 2 53 16 00
SUCURSAL BUERAS 114, RANCAGUA
Fono: (72) 2 22 90 31
Fono: (72) 2 53 16 00
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La caries dental es un proceso de destrucción del diente debido a que las bacterias que hay en la boca descomponen los alimentos ricos en carbohidratos y elaboran ácidos que corroen la superficie dentaria provocando cavitaciones. Se pueden ver inicialmente como una mancha blanca y en su estado más avanzado como una cavitación de color marrón a negro. Su tratamiento es eliminar la parte afectada del diente, dejándolo limpio y posteriormente rellenar esto con un material de restauración del color del diente llamado composite o resina, que comúnmente llaman tapadura blanca.
Esto se debe a que el paciente no ha tenido una correcta higiene dental influyendo también el tener una dieta alta en carbohidratos, la cantidad de saliva y su ph.
Una corona dental es una prótesis dental que se utiliza para cubrir y proteger un diente dañado o debilitado. La corona se coloca sobre el diente existente, cubriéndolo por completo hasta la línea de las encías.
Las coronas dentales pueden estar hechas de diferentes materiales, como cerámica, porcelana, metal o una combinación de estos materiales. La elección del material depende del tipo de diente que se va a restaurar y de las necesidades específicas de cada paciente.
La colocación de una corona dental suele requerir dos visitas al dentista, una para preparar el diente y tomar las medidas necesarias, y otra para colocar la corona definitiva.
Las coronas dentales pueden ser recomendadas por un dentista en casos de caries extensas, fracturas dentales, dientes debilitados por un tratamiento de conducto, o para mejorar la apariencia de los dientes que estén mal formados o decolorados.
Una limpieza dental es un procedimiento realizado por un dentista o un higienista dental para limpiar los dientes y las encías. Se realiza con el objetivo de prevenir enfermedades dentales y mantener una buena salud bucal.
Durante una limpieza dental, el dentista o higienista dental utiliza herramientas especiales para eliminar la placa y el sarro acumulados en los dientes y las encías.
Además de eliminar la placa y el sarro, durante una limpieza dental se pueden realizar otras tareas como la aplicación de fluoruro, la eliminación de manchas en los dientes, y la evaluación de la salud bucal general del paciente. La limpieza dental es un procedimiento rutinario que se recomienda hacer al menos una vez al año para mantener una buena salud bucal y prevenir problemas dentales.
La placa es una película pegajosa de bacterias que se forma constantemente en los dientes y encías, y puede provocar caries y enfermedades periodontales si no se elimina. Esta placa se forma a partir de restos de alimentos y bacterias que habitan en la boca.
El sarro es la placa que se ha endurecido y se adhiere a los dientes, y solo puede ser eliminado con herramientas especiales. Por lo tanto, es importante mantener una buena higiene dental para prevenir la acumulación de placa bacteriana y mantener una buena salud oral.
Cuando decide mejorar su dentadura, el proceso consta de tres pasos clave: diagnóstico, plan de tratamiento y pronóstico.
Diagnóstico: Es el primer paso y consiste en identificar los problemas bucodentales que presenta, como dolor, ausencia de alguna pieza dental o dificultades en la masticación. Para ello, los dentistas se basan en el diagnóstico clínico, radiográfico y en los síntomas y signos del paciente.
Plan de tratamiento: Esta etapa puede ser compleja, ya que implica considerar distintas opciones de tratamiento. Al igual que comprar un automóvil, hay diferentes niveles de calidad y comodidad. Es fundamental explicar al paciente las ventajas y desventajas de cada opción y adaptarse a su presupuesto. Si bien la odontología ideal es accesible para un sector minoritario, también existen opciones más económicas y menos estéticas que permiten llevar una vida digna y ahorrar para un tratamiento de mayor calidad en el futuro.
Pronóstico: Es la evaluación de la durabilidad y éxito del tratamiento en el futuro. Aunque la calidad del tratamiento influye en el pronóstico, la higiene bucal del paciente y los cuidados preventivos, como visitas periódicas al dentista cada seis meses, son factores cruciales para garantizar la durabilidad del tratamiento a largo plazo.
En resumen, al mejorar su dentadura, es importante tener en cuenta el diagnóstico, el plan de tratamiento adaptado a sus necesidades económicas y el pronóstico, que depende tanto de la calidad del tratamiento como de los cuidados y la higiene bucal del paciente.
En la boca, hay dos enfermedades principales. Hasta los 40 años aproximadamente, la caries dental es la más común, seguida por la enfermedad periodontal. Después de los 40 años, la prevalencia de estas enfermedades se invierte, siendo la enfermedad periodontal la más común y la caries dental en segundo lugar.
Para diagnosticar ambas enfermedades, se necesita un examen clínico y radiográfico. Las radiografías son esenciales porque el 77,5% de las caries se forman entre los dientes, un área que no es visible a simple vista para el dentista. En el caso de la enfermedad periodontal, es aún más difícil detectar la pérdida de hueso, ya que se encuentra debajo de la encía.
Un implante es como un tornillito pequeño hecho de un material especial llamado titanio. Se pone en el hueso de tu boca cuando has perdido uno o varios dientes. Lo genial del titanio es que nuestro cuerpo no lo rechaza. De hecho, tu hueso se adapta a él y se fusiona con él, en un proceso que llamamos "osteointegración".
Puedes pensar en el implante como un soporte que se coloca en el hueco que dejó el diente que perdiste. A este tornillito, le colocamos encima un diente artificial que luce como un diente real. ¡Así, nadie notará que perdiste un diente, porque tu nuevo diente se verá y sentirá tan natural como los demás!
El proceso toma un poco de tiempo porque después de poner el tornillito, necesitamos esperar algunas semanas o incluso meses para que tu hueso se una completamente al implante. Pero una vez que eso sucede, ¡colocamos el diente artificial y listo!
Si has perdido un diente y no quieres usar una dentadura postiza, o si tienes un diente con tanta caries que probablemente no durará más de 5 años, un implante puede ser la solución perfecta. Además, hay buenas noticias: en más del 95% de los casos, los implantes duran más de 10 años, así que son una opción muy duradera.
¿Y sabes qué es lo mejor? Si te cuidas bien la boca y vienes a controles dentales cada 6 meses, el éxito del implante se acerca al 100%. ¡Eso significa que casi siempre los implantes funcionan perfectamente!